domingo, 14 de diciembre de 2008

MEDIA SONRISA



Media sonrisa en cuanto te despiertes por la mañana.


Cuelga una rama o cualquier otro signo, o incluso la palabra "sonrisa" del techo o en la pared, de modo que la veas en cuanto abras los ojos. Esta señal te servirá de recordatorio. Emplea unos segundos antes de levantarte de la cama en regular la respiración, haz tres respiraciones mientras mantienes la media sonrisa y sigue la respiración.


Media sonrisa en los ratos libres.


Mientras estés en una sala de espera, o en el autobús, en la cola de correos, o en cualquier lugar en el que permanezcas sentado o de pie, semi-sonríe. Inspira y espira lentamente tres veces, mantén la media sonrisa y considera tu propia naturaleza el foco de tu atención.


Media sonrisa mientras escuchas música.


Escucha una pieza de música durante dos o tres minutos. Presta atención a las palabras, música, ritmo y sentimiento. Sonríe mientras observas tu inhalación y exhalación.


Media sonrisa cuando estés irritado.


Cuando te des cuenta de que estás irritado, semi-sonríe. Inhala y exhala, tranquilamente, manteniendo la media sonrisa durante tres respiraciones.


Dejarse ir. La relajación.


Túmbate de espaldas sobre una superficie plana sin el soporte de un colchón o una almohada. Mantén los brazos extendidos a los lados y las piernas ligeramente separadas, extendidas al frente. Mantén una media sonrisa. Respira tranquilamente con la atención enfocada en la respiración. Deja ir cada músculo del cuerpo. Relaja cada músculo como si estuviesen colgando a través del suelo o como si fueran tan blandos y flexibles como un trozo de seda colgando de una cuerda, puesto a secar. Déjate ir totalmente, mantén la atención solamente en la media sonrisa y en la respiración. Identifícate con un gato, completamente relajado ante un fuego, con los músculos flácidos, sin hacer resistencia a la caricia de nadie. Sigue así durante 15 respiraciones.


Déjate ir en posición sedente.


Siéntate en la postura del loto o medio loto, o con las piernas cruzadas, o plegadas al frente, o incluso en una silla con los dos pies tocando el suelo. Semi-sonríe. Continúa como en el ejercicio anterior.


Estas meditaciones aunque fáciles, constituyen los cimientos sobre los que se construye todo.




"Lograr el milagro de estar Atento".

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