miércoles, 9 de septiembre de 2009

NO SE TRATA DE VIVIR MEJOR, SINO DE VIVIR BIEN




Siglos y siglos de atención al tiempo” decía Cioran, eran el gran mal de la humanidad. Y yo complementaría su frase diciendo: y lo que le falta. Porque ¿qué importa qué sepamos que ese es el mal si no hacemos nada por remediarlo? Una cosa me queda clara, no por tener el diagnóstico se cura la enfermedad, pero si sabemos qué nos sucede ¿por qué no nos sanamos?
No conozco a nadie que no quiera vivir mejor, pero es raro encontrar a alguien que viva bien. ¿Por qué? Todo mundo quiere vivir mejor, más desahogado, más libre, más sano, menos estresado, pero yo me sigo preguntando ¿por qué no comienzan por vivir bien? Vivir bien te llevará a vivir mejor, querer vivir mejor es no vivir bien, así de simple. ¿Por qué? Pues porque vivir bien es vivir aceptando el presente, y querer vivir mejor es no aceptar tu presente y soñando con el futuro. Alguien dirá que pensar de esta forma es conformarse y ser mediocre. Cada quien sabe en qué pensar. Sólo sé que la vida es dinamismo, la inteligencia de la naturaleza tiene su propio plan, y nosotros lo obstaculizamos, nos autosaboteamos porque la naturaleza, la vida va a darnos todo lo que necesitamos y deseamos, pero le metemos el pie en el camino. Así que cada quien sabe lo que hace con su vida.
Pensar de esta forma no es ser mediocre o conformista. Actualmente vivimos en sociedades en que los valores máximos son la seguridad y la ambición, sí una mentalidad meramente empresarial. En cuestión de negocios está bien, podrá funcionar, pero no estamos hablando de negocios, hablamos de bienestar interno, hablamos de ser felices continuamente no temporalmente, a ratos. Triunfar profesionalmente o económicamente es una meta secundaria, no es nuestra meta principal en la vida, nuestra única meta en la vida es ser felices, siempre, sí, todo el tiempo.
¿Cómo se vive bien? Estando en el presente. Pero somos ingratos, no sabemos dar porque no sabemos recibir, y peor, no sabemos agradecer. ¿Por qué al hoy se le llama presente? Porque es un regalo, un presente. Para vivir bien tenemos que estar centrados en el momento presente, pero nuestro Ego nos hace irnos constantemente en cadenas de pensamientos que nos sacan del presente, nos llevan al pasado o al futuro. Piensa en cuántas veces te vas en una conversación. Estás charlando con alguien y cuando te das cuenta ya estás pensando en otra cosa mientras el otro nos sigue hablando. Claro que al otro tampoco le importa mucho si lo sigues, muchas veces sólo quiere tener a alguien enfrente mientras habla, por eso no sucede nada. Dejas que el otro hable mientras tú planeas qué vas a hacer más tarde, o esperas a que el otro se calle para decir lo que quieres decir, no te importa mucho lo que el otro dice, amenos que tenga qué ver algo contigo, pero si lo que te comenta es algo que no te incumbe, es algo que sólo le incumbe a él pues a ti te da igual, te muestras indiferente, por educación tal vez, finges que te importa, pero es mentira, no te importa, al menos no te importa todo lo que todos los demás te dicen. Y finges, cuando lo haces, porque quieres conservar una imagen respetable ante esa persona. No quieres que el otro piense que eres un irrespetuoso o mal amigo. Pero no te importa el otro, sólo te importas tú, conservar tu imagen, tu Ego, tu importancia personal. Piénsalo, date la oportunidad de entender esto. Esto no es vivir bien. No escuchas porque estás pensando en futuro, en cómo vivir mejor.
¿Cuántas veces al día tienes una idea que te llevará a vivir mejor? Miles, millones de veces al día tienes ideas semejantes. Siempre quieres algo que te haga sentir mejor, lo que ignoras es que no necesitas nada externo para vivir mejor, puedes vivir perfectamente con lo que tienes, sólo es cuestión de que lo aceptes. Piensa en cuánta gente desearía tu vida en este momento, muchísima gente está peor que tú en este momento, por más miserable que te parezca. Lo que sucede es que quieres estar mejor, sabes que no estás mal, que puedes vivir perfectamente así, pero quieres vivir mejor. ¿Por qué? Repito, porque te han condicionado, tu sociedad te ha condicionado a querer siempre más, ignorando que el Ego es una eterna petición. Mira a la gente en la iglesia o en un templo, acuden cada domingo con nuevas peticiones. ¿Cuánta gente va a la iglesia sólo a agradecer? ¿Cuánta gente que obtiene un salario humilde va a agradecer que al menos obtiene un salario? Esto me recuerda un chiste: un borrachito anda por la calle tambaleándose cuando se tropieza con una lámpara mágica; la recoge, la frota y aparece el Genio. Este le dice que le concederá tres deseos por haberlo liberado. El borrachito lo piensa y le dice “ya sé quiero una botellita de vino que nunca se agote”. El genio le aparece la botella. El borrachito bebe una y otra vez y se da cuenta de que la botella siempre está llena, no se vacía nunca. El Genio le dice que puede pedir s segundo deseo, y el borrachito le dice: ¿me podrías aparecer otra de estas igual? No tenemos límites, no paramos de pedir, sólo sabemos pedir, jamás aceptamos, jamás estamos satisfechos, no nos damos cuenta de que ya somos ricos esencialmente, siempre estamos pidiendo fortunas para así poder ser felices. Hay gente que es escandalosamente millonaria, y eso no los hace felices, al contrario son muy inseguros, temen perder lo que tienen. Eso no es vivir bien, y son ellos los que han querido vivir mejor.
Lo curioso del asunto es que cuando uno aprende a vivir bien siempre termina viviendo mejor de cómo vivía antes, pero no nos damos cuenta. Sabemos que tenemos que sacrificar ese urgente deseo de vivir mejor pero no lo hacemos; pensamos, si así no me va bien, ¿imagina si dejo de desearlo? Es absurdo, vivimos con miedo. Nos sentimos inseguros con respecto al dinero, y culpamos al dinero de nuestra inseguridad. El dinero no es el causante de nuestra inseguridad, en lo absoluto. Tu inseguridad es una característica de tu personalidad, si tuvieras mucho dinero te sentirías inseguro por otra cosa, así funciona esto, mejor sana tu inseguridad. Y ¿Por qué eres inseguro? Porque no vives bien, en el presente, porque te la pasas pensando en el futuro, creas cadenas de pensamientos, y te dejas envolver por esas sombras, te la pasas comparándote con otros, demostrándote que otros están mejor que tú. Y eso es lo que tu Ego te hace, porque el Ego no se rinde, siempre quiere más, te hace que aceptes más retos, que demuestres tu valía, que seas el mejor de todos, el más bello, el más rico, el más inteligente. Y eso nunca lo vas a alcanzar. No existe eso del más rico, o el más inteligente, todo depende del perceptor, depende de para quién eres el más listo o el más débil, por eso son inútiles las comparaciones, es un viaje sin final, que además te hace que pierdas mucha de tu energía. Y eso no lo valoras.
Piensas que un día vas a morir como todos, sí, claro, moriremos, no somos eternos, pero has pensado que uno no muere por las enfermedades, uno muere por el desperdicio de energía. Alejandro Magno fue un gran guerrero, fuerte, valiente y poderoso, conquistó cuanta tierra tuvo enfrente y qué pasó, al final pidió que lo pidieran en su féretro con las manos afuera, ¿por qué? Para que todo mundo viera que había muerto con las manos vacías. El poderoso Alejandro Magno no murió de ninguna enfermedad, murió (muy joven) porque malgastó su energía vital, y eso sucede cuando vivimos tratando de sostener una inútil imagen, vivimos para alimentar al Ego. Eso sucede cuando tratamos de vivir mejor olvidándonos de vivir bien. Eso es todo.

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