domingo, 14 de diciembre de 2008

VIPASSANA: EL ARTE DE VIVIR



La vipassana es una de las técnicas mas poderosas de meditación. En el idioma de los tiempos de Buda "passana" significaba observar las cosas con los ojos abiertos; pero "vipassana" es observar las cosas tal y como son y no como aparentan ser.


La atención constante atraviesa como una espada la verdad aparente hasta llegar a la verdad última de la estructura mental y física.


Vipassana es un arte de vivir, es el arte de conocerse a sí mismo, no solo intelectualmente, ni emocionalmente, aceptando todo lo que hemos visto u oído. Es mas bien experimentar la realidad a través de la experiencia, a través de la auto-observación. Es lo que Buda enseñó. Él no fundó una religión, un "ismo", ni rituales o fórmulas mágicas. Lo que enseñó es a observar la naturaleza tal y como es a través de la observación de la realidad interna.


En nuestra ignorancia reaccionamos aferrándonos a nuestros pensamientos, sensaciones, y emociones creando una realidad falsa que nos daña y nos hace sufrir a nosotros mismos y a los demás. Todos, desgraciadamente, nos enfrentamos al sufrimiento. Esto es una enfermedad universal. Nadie se libra de ella. A todos nos pasan cosas que no nos gustan, que no querríamos que ocurrieran y nos resultan desagradables y las que nos gustaría que sucedieran, a veces pasan y a veces no y no siempre como nosotros las esperábamos.


El sufrimiento es una enfermedad universal y su remedio también lo es. El miedo, la ira o la pasión son universales. No hay un miedo o una ira budista, o musulmana, o cristiana,etc. Y la agitación, la tensión y la negatividad que producen tampoco es cristiana, judía o musulmana. Esto es lo que ofrece la Vipassana. El remedio universal para este sufrimiento.


Siempre estamos distribuyendo nuestra negatividad y nuestras tensiones entre los demás o bien guardándolas dentro de nosotros mismos en lo mas profundo de nuestro subconsciente, lo que tarde o temprano acabará estallando.


Para acabar con esta agitación y negatividad debemos conocer cual es la causa de todo este sufrimiento. Toda esta contaminación mental, todo este correr desbocado de la mente hacia ninguna parte es totalmente incompatible con la paz y la armonía.


Cuando nos ocurre algo que no nos gusta o nos resulta desagradable reaccionamos con ira, miedo o de cualquier otra forma negativa. Hay personas que cuando esto sucede se dan cuenta y tratan de controlarse aplicando varios métodos, como el contar hasta diez, repetir una frase, beber una vaso de agua, etc. Esto funciona y hace que la mente se desvíe momentaneamente del objeto de nuestra ira, o miedo y a veces basta para evitar un mal ajeno o propio. Pero esto trabaja solo a nivel consciente y nuestra ira, miedo u otra negatividad quedan reprimidas y ancladas en lo mas profundo de nuestro subconsciente, siendo un caldo de cultivo que puede explotar en un futuro.


La solución que nos ofrece la vipassana es que cuando surja cualquier negatividad en nuestra mente hay que hacerla frente con el poderoso arma de la observación atenta. De esta forma desde el momento en que empezamos a ser testigos atentos de esa contaminación mental, esta empezará automáicamente a perder fuerza e intensidad hasta desaparecer o ser completamente controlada o erradicada.


Esto que parece tan sencillo, no lo es ni mucho menos, pues a una persona corriente que no está entrenada en el arte de la auto-observación, cuando surja por ejemplo, la ira, le cogerá tan de sorpresa que ni siquiera se dará cuenta de ello y se verá arrastrada a cometer cualquier acto físico o mental que causará daño a otra persona o a ella misma. Después al darse cuenta de lo que ha hecho vendrá el arrepentimiento en forma de lloro o de pedir perdón, pero la próxima vez en la misma situación volverá a reaccionar de la misma manera.


Aquí esta el problema. No nos damos cuenta del momento en que empieza a surgir la contaminación y a veces cuando nos damos cuenta ya tiene tal fuerza y energía que somos arrastrados y ya no hay forma de observar nada.


La solución pues, pasa por el entrenamiento adecuado a través de la meditación y en la vida normal auto-observarnos todo lo que podamos.


Cuando surge una contaminación en la mente hay dos cosas a nivel físico que ocurren: la respiración pierde su ritmo normal (empezamos a respirar mas fuerte y rápido) y en el cuerpo se inician reacciones bioquímicas que dan lugar a una sensación. Una persona que practica y está entrenada observará inmediatamente y se dará cuenta de estas dos cosas. Algo en su interior se encenderá y le dirá "alarma, peligro" y de esta forma observará la impureza, que todavía será débil y desaparecerá enseguida.


Pensamientos, emociones e impurezas mentales que surgen se manifiestan en la respiración y en la sensación en el mismo momento y así al observarlos, vemos también la contaminación mental. De esta forma en lugar de huir nos enfrentamos a la realidad tal y como es y ya no seremos esclavos de nuestras negatividades y agitaciones que con la práctica acabarán por desaparecer, siendo sustituidas por la paz y la felicidad. Veremos como la ira, el miedo y todo tipo de impurezas mentales se disuelven con la práctica cada vez mas deprisa. La mente se irá volviendo mas y mas pura e irá cambiando nuestra conducta habitual. Ya no dañaremos a los demás con nuestros actos físicos o verbales. Una mente equilibrada está llena de paz e impregna el ambiente que la rodea de esta paz y de armonía que a su vez afecta a los demás en forma de ayuda. Es lo que notamos cuando estamos cerca de un maestro experimentado.


Fuentes:


1 comentario:

Anónimo dijo...

GRACIAS; GRACIAS GRACIAS POR ESTE BLOG TAN MARAVILLOSO!!!!!
Saludos!!